Programa Beca 18

Por: Ph. D. José María Huamán Ruiz (*)

Durante su primer discurso ante el congreso, el presidente Ollanta Humala ha anunciado la creación del Programa “Beca 18”, que permitirá que los jóvenes de bajos recursos económicos continúen sus estudios de nivel superior en instituciones públicas o privadas.

Ésta es una decisión que apoyamos, pues la consideramos de suma necesidad, a fin de compatibilizar dos tendencias: la aspiración de los estudiantes que egresan de la secundaria para profesionalizarse, y la demanda de profesionales por el crecimiento económico sostenido en que se encuentra nuestro país.

Ámbos aspectos están íntimamente relacionados. Si la juventud no accede a niveles superiores de estudio y especialización, pasarán a engrosar las filas de la pobreza. Si el crecimiento económico interno no se mantiene, el Perú puede tambalear ante los embates externos de la crisis económica de Estados Unidos, España o Grecia.

En ese sentido, se habla de integrar las becas que da el Estado y que se recibe de la cooperación internacional; así como de mejorar y ampliar los recursos para llegar a más jóvenes, a nivel nacional. Aquí entran a tallar también las regiones y gobiernos locales, donde existen interesantes experiencias.

Toquemos el caso de Ancash, si los 146 distritos que no son capitales de provincia financiaran anualmente aunque sea 5 becas universitarias para los mejores estudiantes de los sectores populares, tendríamos 730 nuevos profesionales. Y si cada una de las 20 provincias financiara a 10 estudiantes, tendríamos 200 profesionales más.

Es decir que entre las municipalidades distritales y provinciales de Ancash, aprovechando los recursos económicos del canon minero y otros ingresos, se podría profesionalizar anualmente a un millar de jóvenes que no están estudiando y que se encuentran en el empleo o subempleo.

Asimismo, el Gobierno Regional de Ancash podría hacer otro tanto, estableciendo residencias universitarias en las principales ciudades de la costa y la sierra, a fin de darles un apoyo integral, sobre todo a los jovenes de los sectores rurales más empobrecidos, que provienen de las comunidades ubicadas en las alturas de la Cordillera Negra, la Cordillera Blanca y el Callejón de los Conchucos.

Tengamos en cuenta que Ollanta Humala ha dicho que estas becas estarían orientadas a universidades “públicas o privadas”, pues en el sector universitario, así como en el sector educativo en general, se reconoce la participación de la inversión privada o de la existencia de promotoras educativas identificadas con su realidad, que aspiran a otorgar una educación de calidad.

Una manera práctica de escoger las instituciones universitarias podría ser a través de concursos de proyectos, donde el Estado convoque a que las universidades presenten sus propuestas educativas y económicas, a fin de que se ejecute este progra      ma de becas, por convenio, con las instituciones más calificados.

Lógicamente que este anuncio presidencial debe ir acompañado de la normatividad pertinente, que es tarea del Congreso de la República, como el de mejorar la Ley del Canon Minero en el sentido que parte de sus ingresos se puedan dedicar a becas universitarias; así como de autorizar a las regiones y gobiernos locales a implementar esta iniciativa.

(*) Rector

Universidad San Pedro